Liquido protector de metales ¿Realmente es necesario?
Tanto en el ramo automotriz como en el industrial se requiere absoluta precisión en cada componente de las máquinas, herramientas y motores. Aunque su diseño les permite resistir el uso rudo en distintos ambientes, así como elevadas temperaturas de operación, es de vital importancia revisarlos periódicamente y asegurarse de que se encuentren bien lubricados.
El 70% de los problemas originados en los equipos se derivan de las prácticas de lubricación.
Tus máquinas son activos muy valiosos, por ello debes asegurarte de utilizar los aceites y lubricantes recomendados por el fabricante. Considera que la fricción y otros agentes desgastantes de metales pueden llegar a perjudicarlos seriamente e incluso ocasionar daños irreversibles que generen severos gastos a tu compañía.
Efectos negativos de la fricción
- El desgaste. La vida útil de los metales será menor.
- La temperatura. A mayor fricción, mayor temperatura y oxidación del aceite.
- El esfuerzo. Cuando hay más fricción, se requiere más combustible para mover el motor o equipo.
Mantener siempre lubricado
La mejor forma de combatir el desgaste prematuro de tus máquinas, herramientas y motores es a través de la prevención. Imagina la enorme ventaja que representa para la operación de cualquier equipo que los mecanismos estén lubricados permanentemente.
Con el lubricado tradicional, ocurre que, al apagar el motor, el aceite escurre hacia el depósito y al encenderse nuevamente, éste se encuentra totalmente seco hasta la llegada del lubricante. Estos pocos segundos o minutos sin lubricación pueden afectar seriamente los equipos y maquinaria, propiciando el desgaste prematuro.
¿Por qué proteger los metales?
La función de cualquier aceite o grasa lubricante es la de reducir la fricción que se genera con el roce de dos metales. Al utilizar los lubricantes convencionales, la fricción se reduce, más no se elimina. ya que al igual que los metales, están cargados positivamente, por lo que el aceite únicamente se desliza sobre la superficie del metal.
Los protectores de metales son líquidos especiales que, por su carga negativa, se adhieren a todo metal y son atraídos a los puntos críticos de mayor fricción para cubrir y proteger los metales contra la fricción. Existen opciones que incluso le dan 10 veces mejor lubricación y 10 veces más protección que la que se obtiene al usar únicamente el lubricante recomendado.
¿Un aditivo para tus lubricantes?
A diferencia de los aditivos comerciales, el protector de metales no cambia ni altera las propiedades de los aceites o lubricantes. Únicamente se vale de ellos como transporte para crear una película que disminuye de un 40 a 60% la fricción sobre los metales, dependiendo de la aplicación.
Con su uso periódico se logra evitar el desgaste y daño a las piezas metálicas considerablemente. Estos líquidos protectores son muy utilizados en las industrias de todo tipo y en las aplicaciones más exigentes. Equipos de robótica, mineros y de transporte, por mencionar algunos ejemplos.
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